-Ella dijo: ¿cómo sabes eso?
-El dijo: porque voy a encargarme personalmente de ello.
-Ella dijo: no...a mi no me mientas...
-El dijo: mirame a los ojos y decime que no me crees ni palabra de lo que digo y te juro que desaparezco de tu vista.
-Ella dijo: no, si te miro a los ojos voy a saber que no mentis y cuando te atrevas a no cumplir, voy a morir de dolor.